En un tiempo no muy lejano, la vida transcurría con gran normalidad, pero un día cualquiera apareció un villano invisible, y cada día que pasaba él aumentaba su poder, el mundo cambió y a nosotros los niños muy tristes nos dejó, porque sin darnos cuanta a seres amados, se llevó.

 

Dejamos de compartir con amigos y profes, lo más curioso es que estábamos en casa con mamá, hermanos y hasta con papá, algo verdaderamente insólito, porque antes solo compartíamos los domingos; todo era diferente, al principio no entendíamos bien lo que estaba pasando, la gente salía a las calles, como cuando sacamos a pasear a Kala, mi perra, con el osico cubierto, teníamos la compañía de nuestros abuelos y sus historias, nos consentían un poco más de lo normal, mi padre sentado en la sala decía que estaba trabajando ¡pero no!. Siempre estaba comiendo y llevaba sus pantuflas puestas y yo a su lado. Todo era nuevo, al principio disfrutamos mucho, con el tiempo las caras de ellos, los adultos se veían enojadas.

 

Un día recibimos un lindo mensaje, y era nuestra profe que apareció en la gran caja mágica, y no solo ella, venía con casi todos mis amigos del colegio, desde mi casa podía verlos a todos, realmente me alegraba el día. Las profes, no venían solas; estaban en compañía de un súper amigo, el súper héroe más valiente, fuerte y luchador que nadie ha conocido "NARANJITO TE CUIDA" su gran poder es el ser solidario y ayudar a todos nosotros, sobre todo a los niños de Bosa.

 

Naranjito nos aconsejaba que teníamos que hacer al salir de casa, al hablar con otros, el cómo lavarnos las manos, como protegernos del villano y mil cosas más, él decía que con tanto tiempo en la casa, nuestros hábitos estaban cambiado, por eso nos invitó a ser más activos, y por eso en los encuentros nunca faltaba hacer ejercicio, y danzar, teníamos días para hacer recetas y recordar la sana alimentación, y así siguió pasando el tiempo, Naranjito, tuvo mucho trabajo por que siguió luchando por nosotros y con vacunas nos sano, y el regreso al colegio al fin se dio.

 

Hace unos días, las profesoras, nos enseñaron un lugar llamado el humedal Tibanica, un espacio que al cerrar los ojos e imaginarlo y escuchar la historia de este lugar, nos permitió sentir todo lo que hace por los seres vivos, es increíble, él cuida de los animales, les da un hogar, aunque algunos están casi por morir, otros están solitos en el mundo y otros pueden desaparecer. ¡a mí, la verdad no me gusta estar solo!

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Además, tienen muchos árboles grandes y diferentes, de nombres raros, con agua natural, un lugar muy verde; pero cuando abrimos los ojos, encontramos todo lo contrario. Mis compañeros, Naranjito y yo nos pusimos muy tristes, nos dimos cuenta que los seres humanos llenamos ese lugar de mucha basura, también encontramos pedazos de casas y tiene un olor muy raro, entendimos que el humedal está enfermo y necesita nuestra ayuda.

 

Fue entonces cuando Naranjito se puso su capa y dijo “divididos caeremos y unidos venceremos” los niños entendimos el mensaje y decidimos ser parte de su equipo maravilloso y así vencer a estos villanos. Por eso empezamos a investigar que es un humedal y que función cumple, para así poderlo ayudar.

 

Es por esto, que nosotros los niños del Colegio Los Naranjos queremos ser sus doctores, lo hemos visto detrás de una pantalla, pero pronto, estaremos allá para llevarte muchos remedios, el profe de ciencias nos dice que lo vamos a reforestar, “que es; sembrar arbolitos de los que crecen allí para que siga siendo fuerte y no se muera”.

 

¡Manos a la obra!

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